28 octubre 2009

AEC - Capitulo 6

Bueno, bueno, bueno.... Aquí otro capitulo mas, que ahora me he puesto las pilas y tatatatatachán... Atención, atención... Ah, por cierto, votad en las encuestas!!!


CAPITULO 6:  SMS

¿Existe el crimen perfecto?, me preguntaba yo casi llorando por el cúmulo de circunstancias. Mientras tanto, Dani, Carlos y Fran buscaban algo más. No teníamos forma ya de comunicarnos con los compañeros, encerrados en el gimnasio. Rebuscaron por todos los recovecos, mientras yo, lloraba ante la impotencia de no poder hacer nada.

Pero, en un instante todo eso quedó atrás, Fran abrió el segundo cajón de la mesa del profesor y... ¡TACHÁN! El móvil de Jorge. Me froté los ojos, Fran me entregó ese móvil mientras yo con las manos temblorosas todavía, envié un SMS, con el objetivo de que ángel, un compañero al que se le daban muy bien descifrar mensajes en clave, intentase averiguar qué significa. El mensaje de texto decía así:

“Sy David. Dile a Ángel k lea esto.  Emos enkontrao una nota de Jorge. no la entendemos. Dice: H- --d- --n-----. k significa?”

Mientras tanto, en el gimnasio, todos nuestros compañeros estaban sentados en el suelo formando un circulo, tratando de calmarse los unos a los otros. De repente sonó:


Soy tu movil, y sabes que te digo: LEE EL MALDITO MENSAJE DE UNA VEZ.

Una de esas chorradas que te podías descargar para cuando te llegasen los mensajes... Inmediatamente leyeron el SMS que habíamos enviado.

Estaba claro que nos quería decir algo, pero ¿el que? El móvil de Alberto fue de mano en mano, esperando que alguno de los 24 dijese algo. Ángel se quedó pensando y le devolvió el móvil a Alberto mientras buscaba algo desesperadamente, no decía nadie el que, pero buscó y buscó hasta que lo encontró en el armario de la mini cadena, que usábamos cuando tocaba bailar, una pequeña pizarra y una tiza.

La pizarra llevaba unas líneas dibujadas a modo de esquema de una cancha de baloncesto, que Ángel no dudó en borrar con la mano.

-         Alberto, vuelve a enseñarme el mensaje. – Ordenó Ángel
-         Este es – le respondió.

Ángel copió el mensaje en la pizarra, mientras explicaba que era para ver mejor el problema al que nos enfrentábamos.

En la pizarra volvía a aparecer el mensaje del difunto que tantas veces he repetido:
H- --d- --n-----

Mientras todo esto ocurría, nosotros volvimos al patio, en el que la niebla dificultaba las labores de búsqueda de pistas. Decidimos que con una niebla tan espesa lo mejor era buscarse otro método. Fue entonces cuando se nos ocurrió otro método deductivo, ver cuales eran los profesores estaban dando clase y cuales no, para así tener algunos sospechosos. Subíamos por la rampa de los alumnos de preescolar, primero y segundo cuando vimos que alguien estaba sacando la basura, iba muy tapado: abrigo, gorro, bufanda, así que no le pudimos reconocer. Cuando se fue, la basura olía raro, como a perfume. Nos acercamos a la bolsa y...

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