29 octubre 2008

AEC - Capitulo 3

Me lo estáis pidiendo mucho, os gusta la trama, sois mas pesados que un melón en las pestañas, así que aquí tenéis:
CAPITULO 3: SANGRE

Ahora estábamos todavía más preocupados, el asesino seguía en el colegio.

- Madre mía, que marrón – comenté yo
- Tiene que haberse cambiado de ropa, cantaría mas que David Bisbal si todavía llevase la ropa llena de sangre – dijo Carlos...

De cualquier manera, debemos avisar a los que están en el gimnasio... Marcamos el numero de Alberto...

♫♪♫♪ Eres tonto, salir a la calle sin la tontería... ♫♪♫♪

Le estaba sonando el móvil a Alberto, y a Alberto le estaba dando mucho miedito de que vio que era el número del colegio, pero se dignó a cogerlo:

- Diga – dijo Alberto imitando la voz de su madre
- Alberto, no hay tiempo de tonterías... - dije yo.
- ¿Qué haces tú con el teléfono del colegio?
- No hay tiempo para explicarlo tampoco, arrima el móvil al micro del casete del gimnasio y pon el manos libres...
- Ok – dijo Alberto sin rechistar
- Escuchadme todos, os habéis quedado encerrados en el gimnasio, pero estáis a salvo, ya que hay un asesino en el colegio. Han asesinado a Jorge, el de Reli.

Mas de la mitad de las niñas se desmayaron al oír esto...

En cuanto sepamos algo os lo diremos fue la despedida que le dí a un Alberto perplejo. Luego Carlos volvió a repetir:
- Tiene que haberse cambiado de ropa, cantaría si todavía llevase la ropa llena de sangre.

La palabra sangre me rondó por la cabeza, y enseguida me acordé del rastro de sangre que había en la clase...


Fuimos a la clase y se me pusieron los pelos de punta, la carne de gallina... El rastro de sangre había desaparecido. Hay estábamos, cuatro chicos, un fiambre y mucha tensión en el ambiente.

-Alguien ha fregado el rastro mientras investigamos. – dijo Fran

Carlos con su vista de águila, avistó un pequeño rastro de suciedad mal fregada. Lo seguimos, pero solo conseguimos confundirnos más, pues llegamos a la escalera. Las bajamos, y vimos a Don Ángel, un profesor (muy pijo) de segundo de primaria...

Nos acercamos, nuestras piernas estaban temblando.

-Ay mamaíta, que estamos frente a un asesino... - pensé.

Pero cuando llegamos vimos que alguien había vomitado y lo estaba limpiando...De todas maneras, ya lo apuntamos mentalmente como sospechoso...

AEC - Capitulo 2

CAPITULO 2: LOS ENCERRADOS

En esos tiempos, estaba yo en el colegio. Ahora estoy en la ESO, pero hay que ver lo que me marco un día que estaba dedicado a pasar sin pena ni gloria...

Como decía en el capitulo anterior...
Cuando llegué al gimnasio me dí cuenta de que se me había olvidado la bolsa de las zapatillas, rápidamente volví a clase y al abrir la puerta, me encontré al profesor sustituto de religión con una puñalada clavada y un rastro de sangre...

Me froté los ojos, ¡no me lo creía! Ahora ya sabía el porqué del mal presentimiento...

Quizás debería haber llamado a algún adulto, pero el asesino podía estar en el colegio y si se lo decíamos a alguien, puede que se lo dijésemos al propio asesino...

Volví al gimnasio, encontré con que Carlos, Fran y Dani se estaban cambiando las zapatillas todavía.

-David, ¿Y tu bolsa? – preguntó Carlos
-Han, Han, Han asesinado a Jorge- le contesté
-¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? – preguntaron los tres al unísono sin esperar respuesta.

Les conté lo que había visto y porqué no se lo había dicho ha nadie.

Fran dijo:
- Debemos averiguar quien es el asesino o de lo contrario podíamos acabar diciéndoselo al asesino.
Un silencio tenso recorrió la sala...

- ¿Y donde están los demás? – pregunté yo
- Dentro del gimnasio – dijo Dani

Intentamos abrir la puerta del gimnasio para poder contárselo, pero la puerta estaba cerrada con llave. Les habían encerrado.

Después de un rato pensándolo me acordé de la breve conversación que tuve con Alberto. Me acordé de su móvil...

Fuimos a ver al segundo conserje José María, y le preguntamos dos cosas:

- Dos cosas que decirte – dije yo
- Cuenta – dijo José María
- La primera. – dije yo.- Las puertas del colegio no se abren antes de las dos ¿No?
- Ha no ser que pase “Algo”
- ¿Ha pasado hoy "algo"?
- No
- La otra cosa, que dice Diego (el profe de inglés) que le des el teléfono inalámbrico.- mentí yo para poder llamar a Alberto...José María nos lo dio pero ahora estábamos mas preocupados, el asesino seguía en el colegio...

AEC - Capitulo 1

CAPITULO 1: UN MAL PRESENTIMIENTO

Nunca olvidaré aquel Jueves... Todo empezó el 10 de febrero, un jueves que parecía normal y corriente... Me desperté y mientras desayunaba tuve un mal presentimiento... Nunca me había pasado, pero decidí ignorarlo...

Cuando salí de casa a eso de las 8:30 había una niebla espesísima...

-¡No se ve ni un burro a tres pasos! – exclamé mientras cerraba la puerta.

Fui llamando a mis amigos para ir a la escuela, primero a Carlos, luego a Fran, Alberto y a Dani... Como era jueves, íbamos comentando los partidos de la Champions League del miércoles. Carlos era del Barça, Fran del Atlético de Madrid y Alberto, Dani y yo del Real Madrid, por eso siempre estábamos discutiendo.

El Barça y el Madrid habían jugado la ida de los octavos, el Barça había empatado a cero contra el Manchester de Inglaterra y el Madrid había ganado a la Juventus italiana por la mínima, 1-0.

Comentábamos el partido sentado en el banco donde nos solíamos sentar hasta que sonaba el timbre...

El timbre como de costumbre sonó a las 9 en punto, ni un segundo mas...


Entramos en clase y vimos a Jorge, el profesor sustito de Religión corrigiendo exámenes en la mesa de nuestro profesor... Nos extrañó pero solo eso, por que Religión tocaba a segunda hora.

Jorge era el profe perfecto, divertido, simpático, no ponía los exámenes muy difíciles y, según las chicas decían:

Es muy guapo – murmuraban a lo lejos las chicas...

Jorge, al entrar nosotros en clase dijo:
-Id al gimnasio, Miguel Ángel (el profe de Educación Física) llegará en media hora, id jugando al fútbol mientras.

Nos alegramos como locos... Todos cogieron las bolsas con las zapatillas del gimnasio, todos menos yo que me la olvidé...

Me fijé que Federico, el nuevo conserje le decía algo, pero no sé el qué. Jorge le dijo que no había problemas.

Alberto me iba contando mientras íbamos al gimnasio, que se había traído el móvil a clase y que lo llevaba en el bolsillo, yo le dije que se lo podían confiscar, pero no me hizo caso...

Cuando llegué al gimnasio me dí cuenta de que se me había olvidado la bolsa de las zapatillas, rápidamente volví a clase y al abrir la puerta, me encontré al profesor sustituto de religión con una puñalada clavada y un rastro de sangre...

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